Primera semana en Eibar

Ya figuramos instalados, la casa equipada con lo necesario, y abastecidos de abarrotes y utensilios para cocinar, tomar desayuno, almozar, etc.

Los chicos cada vez me hacen menos bulling, o será que ya me estoy acostumbrando, como sea, ahora me rio con ellos y también de ellos algunas veces, de a poco nos vamos conociendo, adaptando y sintiendo en casa, que es lo mejor, el resto de nuestros compañeros viven en la residencia del instituto, pero en verdad no cambio por nada el estar aquí, ellos deben ajustarse a las normas y horarios de la residencia, salir del edificio de los dormitorio para ir al edificio de los comedores a tomar desayuno, tal vez tienen otras comodidades, les sirven el almuerzo listo, no tienen que preocuparse de hacer la compras de supermercado ni de pagar cuentas, pero a mi me gusta así, más independiente y en mi casa.

La semana que paso fue de trámites y paseos, llegando nos informaron que teníamos una semana antes de entrar a clases, lo que no nos molesto para nada comprenderán jeje, así es que aprovechamos de salir a recorrer un poquito… el primer día partimos a Deba, una playa que queda a unos 30 minutos de aquí, por ahí recorrimos la playa y un poco el pueblito, es un pueblito pequeño pero bien lindo.

Otro día salimos a caminar por Eibar y terminamos haciendo una especie de trekking improvisado, aunque de senderos naturales nada, todo sendero que pillamos estaba estupendamente pavimentado y terminamos en la punta del cerro deleitándonos con la vista de todo Eibar desde las alturas…. otro día, que ya no recuerdo si fue antes o después, partimos a San Sebastian, otra playa que queda a unos 40 minutos de acá, el objetivo era hacer algunos trámites, pero no nos fue muy bien así es que aprovechamos de conocer el pueblo, aunque este sí es más grandecito, arrendamos unas bicicletas y nos fuimos a pedalear por la cuidad y por la orilla de la playa, salvo una parte que es como el casco antiguo, la ciudad es muy parecida a Viña del Mar… tiene aires marinos y la gente anda como que siempre fuera pleno verano, eso si, porque ese día estaba precioso y había un sol radiante, al día siguiente fuimos denuevo y ya no estaba tan soleado aunque seguía habiendo mucha gente en la playa, esta vez fuimos solo a pasear con un amigo de Cristian que casualmente vive por acá cerca, y se ofreció a llevarnos, muy amable él… un hip hip urra para Michael.

En unos días subiré una entrada más detallada de cada paseo, seguramente con alguna que otra fotillo para vuestro deleite jeje...son lugares muy lindos en verdad y contado así tan a la pasada no se dimensiona realmente.